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viernes, 4 de marzo de 2011

Función Semiótica de la Literatura

LA FUNCIÓN SEMIÓTICA DE LA LITERATURA:

1.      INTRODUCCIÓN A LA SEMIOLOGÍA. NOMBRES Y CONCEPTOS; LITERATURA Y SIGNIFICACIÓN.

Semiología: La semiología es una ciencia que se encarga del estudio de los signos en la vida social. El término suele utilizarse como sinónimo de semiótica, aunque los especialistas realizan algunas distinciones entre ambos.
Puede decirse que la semiología se encarga de todos los estudios relacionados al análisis de los signos, tanto lingüísticos (vinculados a la semántica y la escritura) como semióticos (signos humanos y de la naturaleza).
El suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913) fue uno de los principales teóricos del signo lingüístico, al definirlo como la asociación más importante en la comunicación humana. Para Saussure, el signo está formado por un significante (una imagen acústica) y un significado (la idea principal que tenemos en mente respecto a cualquier palabra).
El estadounidense Charles Peirce (1839-1914), por su parte, definió al signo como una entidad de tres caras, con un significante (el soporte material), un significado (la imagen mental) y un referente (el objeto real o imaginario al cual hace alusión el signo).
La semiología señala que el signo lingüístico tiene cuatro características fundamentales, que son la arbitrariedad, la linealidad, la inmutabilidad y la mutabilidad.

Signo: El signo lingüístico es la combinación de un concepto (significado) y de una imagen acústica (significante), que componen en conjunto una entidad lingüística de dos caras interdependientes. Es una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en lugar de otro. Como sistema, tiene la capacidad de aplicarse a sí mismo y de explicar los demás sistemas de signos; pero es importante advertir que en la lingüística y en la semiótica la teoría define al objeto, y por lo tanto el signo es consecuencia de una perspectiva teórica.

Significante: El término significante se utiliza en la semiótica y en la lingüística estructural para denominar aquel componente material o casi material del signo lingüístico (la imagen acústica, la cadena de fonemas que en una determinada secuencia conforman una palabra hablada) y que tiene la función de apuntar hacia el significado (representación mental o concepto que corresponde a esa imagen fónica). En la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan, para quien el inconsciente está estructurado como un lenguaje, el concepto desempeña un papel central.

Significado: El significado en relación al signo lingüístico, según Saussure, es el contenido mental que le es dado a este signo lingüístico. Es el concepto o idea que se asocia al signo en todo tipo de comunicación, como es el contenido mental. Éste depende de cada persona, ya que cada una le asigna un valor mental al significado, pero por convención este significado debe ser igual para realizar una comunicación óptima.

Referente: En semiótica, el referente es uno de los tres componentes del signo que consiste en el objeto real (mesa) al que éste alude. En el caso del signo mesa, por ejemplo, es el objeto real aludido por el significante y el significado restantes que componen el signo.
En gramática, el referente se refiere a la entidad referida por un elemento designativo.

Literatura: La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto de producciones de una nación, de una época o de un género (la literatura griega, la literatura del siglo XIX, etc.) y al conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia (literatura médica, literatura jurídica, etc.). Es estudiada por la Teoría literaria

Significación: Representación o sentido de un fenómeno o hecho determinado: la significación es un proceso que asocia un ser, una idea o un hecho a un signo que la representa.
En semiología, relación entre las formas significantes y los objetos del mundo extralingüístico. Para Saussure, relación entre el significante y el significado del signo en la constitución o estructura bipolar de este. Para los distribucionalistas estadounidenses, conjunto de empleos posibles que definen a un signo en el sistema de la lengua.

2.      LAS FUNCIONES DEL LENGUAJE: POESÍA Y COMUNICACIÓN.

Se denominan funciones del lenguaje aquellas expresiones del mismo que pueden trasmitir las actitudes del emisor (del hablante, en la comunicación oral y del escritor, en la comunicación escrita) frente al proceso comunicativo.
El lenguaje se usa para comunicar una realidad (sea afirmativa, negativa o de posibilidad), un deseo, una admiración, o para preguntar o dar una orden. Según sea como utilicemos las distintas oraciones que expresan dichas realidades, será la función que desempeñe el lenguaje.
El lenguaje tiene seis funciones:

Función emotiva o expresiva: El mensaje que emite el emisor hace referencia a lo que siente, su yo íntimo, predominando él, sobre todos los demás factores que constituyen el proceso de comunicación.
Las formas lingüísticas en las que se realiza esta función corresponden a interjecciones y a las oraciones exclamativas.
Ej.:      - ¡Ay! ¡Qué dolor de cabeza!
 -¡Qué gusto de verte!
  -¡Qué rico el postre!

Función Conativa o apelativa: El receptor predomina sobre los otros factores de la comunicación, pues la comunicación está centrada en la persona del tú, de quien se espera la realización de un acto o una respuesta.
Las formas lingüísticas en las que se realiza preferentemente la función conativa corresponden al vocativo y a las oraciones imperativas e interrogativas.
Ej. :     - Pedro, haga el favor de traer más café
-   ¿Trajiste la carta?
-   Andrés, cierra la ventana, por favor    
 
Función referencial: El acto de comunicación está centrado en el contexto, o sea, en el tema o asunto del que se está haciendo referencia. Se utilizan oraciones declarativas o enunciativas, pudiendo ser afirmativas o negativas.
Ej. :      - El hombre es animal racional
-  La fórmula del Ozono es O3
-  No hace frío
-  Las clases se suspenden hasta la tercera hora    
   
Función metalingüística: Se centra en el código mismo de la lengua. Es el código el factor predominante.
Ej. .   -  Pedrito no sabe muchas palabras y le pregunta a su papá: ¿Qué significa la palabra “canalla”?
-  Ana se encuentra con una amiga y le dice: Sara, ¿A qué operación quirúrgica te refieres?

Función fática: Consiste en iniciar, interrumpir, continuar o finalizar la comunicación. Para este fin existen Fórmulas de Saludo (Buenos días, ¡Hola!, ¿Cómo está?, ¿Que ´hubo?, etc.), Fórmulas de Despedida (Adiós, Hasta luego, Nos vemos, Que lo pases bien, etc.) y Fórmulas que se utilizan para Interrumpir una conversación y luego continuarla (Perdón..., Espere un momentito..., Como le decía..., Hablábamos de..., etc.).

Función poética: Se utiliza preferentemente en la literatura. El acto de comunicación está centrado en el mensaje mismo, en su disposición, en la forma como éste se trasmite. Entre los recursos expresivos utilizados están la rima, la aliteración, etc.
Ej. :      - “Bien vestido, bien recibido”
  -  “Casa Zabala, la que al vender, regala”

3.      PRINCIPIOS CONSTRUCTIVOS DEL TEXTO POÉTICO. HACIA UNA POÉTICA DEL TEXTO.

El poeta es el verdadero hacedor del poema, más allá del autor real al que le remite el poema. No será, pues, Juan Ramón, quien escriba, sino el poeta. Y pretende comunicar una sensación, un estado de ánimo: el mismo que a él le llevó a realizar el poema.

Estructura externa: Generalmente, el poema se presentará en verso. (Hay, por supuesto, poemas en prosa, pero no es el caso en ninguno de los poemarios propuestos, haciendo la salvedad de Luis Cernuda, donde además es minoritario.) El primer cometido será el análisis métrico del poema, con la inclusión de un comentario sobre todos los aspectos métricos: versos, pausas, acentos, rimas y estrofas. Se tendrá en cuenta que algunos poemas no presentan una métrica tradicional, sino el verso libre, el cual no responde a ninguno de los aspectos métricos citados. En los poemarios seleccionados es muy minoritario, pero está presente. Conviene ir con cautela, pues en algunos autores (Juan Ramón Jiménez, Cernuda, Neruda, Vallejo) nos encontramos con versos libres, con métrica tradicional y con una mezcla, a veces, de ambos, pues el verso libre es un elemento característico de la poesía del Siglo XX, y fueron estos autores los que d dieron ese paso, a veces de forma clara, a veces, como prueba.
    En el verso, se indicara el nombre, clasificación y origen. (Ej.: el verso alejandrino es un verso de arte mayor, compuesto por dos hemistiquios heptasílabos, de origen medieval. Fue utilizado por el llamado Mester de Clerecía, en el Libro de Alexandre, obra anónima del siglo XIII, de donde recibió el nombre/).
    Las pausas finales son las que marcan verdaderamente el verso. El elemento más atractivo, para el comentario, es la presencia de encabalgamientos, motivado por múltiples causas, según el autor y poema, y no se deben pasar por alto.
    No se suele atender a los ritmos acentuales en el poema, aunque sea el elemento primordial del mismo. Probablemente el tiempo del que se dispone no dé lugar a su estudio. No obstante, si se puede hacer alusión a ello en casos muy marcados.
    En la rima se hará constar su tipo (asonante o consonante) y su esquema, respetando las convenciones más extendidas: identificar la misma rima con la misma letra, mayúscula o minúscula según sean los versos de arte mayor o menor; y señalando con un guión los versos sueltos... No estaría de más señalar los fonemas que formas la rima en cada caso, si no son muy abundantes.
    Finalmente, se comentará la estrofa. Presenta, en algunos de los autores leídos, una formulación tradicional: soneto, romance, cuartetos, serventesios, décimas, etc... Pero en muchas otras, desde el Modernismo, aparecen esquemas métricos novedosos, que no responden a ningún esquema fijo, sino a la libre creación del poeta. Habrá que ver la adecuación de la misma al contenido que en ella se expresa.

Estructura interna: En la estructura interna se reflejarán los diversos apartados en que podríamos dividir el "contenido" del poema. Ello supone adelantar, en parte, el significado del poema. No habrá más remedio que hacerlo así, pues el "contenido" de un poema probablemente tiene mucho más que ver con estas cuestiones formales que con las puramente significativas: en otras palabras: si es literatura lo es por la forma externa que ha querido darle el poeta y por la organización de sus materiales lingüísticos. Y no porque su significado sea poético por sí mismo.
    Hay que tener en cuenta, consecuentemente con lo dicho ahora, que la estructura interna guarda relación, en muchas ocasiones, con la externa. La división en determinadas estrofas puede indicar una división significativa. (Así ocurre generalmente con el Romancero gitano de Lorca)
    Por otro lado, la estructura interna puede hallarse determinada en otras ocasiones por la utilización de unos recursos expresivos diferentes en cada una de sus partes. Si se encontraran estos recursos propios del lenguaje poético, facilitaría y anticiparía, de nuevo, algunos elementos que se desarrollaran en el punto siguiente.
    Como se verá, su delimitación es compleja, pues se deben atender a diversos aspectos que se trataran con amplitud en otros apartados. Por ello se aconsejo antes, y se insiste ahora, en la conveniencia de hacer un pequeño esquema previo.

El lenguaje poético: Ante la imposibilidad de detenernos, por razones de tiempo, en otros aspectos fundamentales de la comunicación artística, digamos algo acerca del lenguaje poético, tal como lo concibe Lotman desde su óptica semiótica y de la teoría de la información.
      La necesidad de la poesía —como la del arte en general— se halla vinculada a la necesidad humana, social, de transmitir una información que no puede ser transmitida por otro sistema de comunicación. Al abordar el problema de la naturaleza de la poesía, Lotman parte, para llegar a cierta conclusión respecto a ella, del lenguaje natural. Como lenguaje organizado, éste se halla sujeto a reglas o limitaciones formales sin las que no podría cumplir su función comunicativa (ciertamente, sin las reglas gramaticales, la comunicación sería imposible). Pero estas limitaciones formales, estructurales, no informan de por sí y su aumento da lugar a una limitación o disminución de su capacidad informativa.
      El lenguaje poético es secundario en el sentido de que superpone o construye sobre la base del lenguaje natura, y, por tanto, se halla sujeto a sus reglas formales, gramaticales, sin que pueda liberarse de ellas. Pero, a la vez, el lenguaje poético se halla sujeto a ciertas reglas propias (métricas, rítmicas, de organización de los niveles fónico, de la rima, del léxico, de la composición, etc.). Se halla, pues, doblemente sujeto a las reglas del lenguaje ordinario y a las reglas y limitaciones propiamente poéticas. En este sentido, el lenguaje poético es menos libre que el lenguaje natural o primario que le sirve de base y material.
      De acuerdo con la teoría de la información, el aumento de las limitaciones formales debe incrementar la redundancia (o sea, los elementos previamente conocidos) y, por tanto reduccir la información. Y es lo que sucede en el lenguaje ordinario. Y, sin embargo, la experiencia de cualquier lector confirma que un texto poético contiene más información que un texto verbal (un poema de Machado sobre el alma de Castilla informa más que un estudio de psicología social). Esto significa que la capacidad informativa de un texto poético aumenta pese al aumento de sus limitaciones formales (pese a su mayor redundancia), lo que estaría en contradicción con la tesis de la teoría de la información de que "a mayor redundancia, menor información" y viceversa.

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